Hace poco un amigo me contó una historia que quiero compartir contigo. Mi amigo se encontraba paseando por un rompeolas con su pareja y se encontraron un viejo pescador que estaba cogiendo cangrejos. Se acercaron a ver la cesta llena de cangrejos que el hombre tenía y se dieron cuenta que uno de los cangrejos comenzaba a trepar para escapar. “Oiga, señor, sus cangrejos se van a escapar” le dijeron al pescador. “Oh, no os preocupéis, mirad lo que pasa”. Entonces, mi amigo y su pareja observaron asombrados cómo, cuando el cangrejo estaba a punto de llegar al borde de la cesta, el resto de cangrejos lo agarraban por sus patas y comenzaban a tirar de él hacia abajo devolviendolo al fondo del cubo.
¿Por qué te cuento esta história? Verás, estos últimos días he estado bastante obsesionado con la idea de lo importante que es saberse rodear de la gente correcta, y sobre todo con lo difícil que resulta, debido a algunas circunstancias, poder ser selectivo con qué personas formamos nuestro círculo más cercano. Porque hay muchas personas a nuestro alrededor que son como esos cangrejos al fondo del cubo. Gente que, cuando logramos acercarnos a nuestro objetivo, nos agarran y nos devuelven al fondo.
Hace muchos años tuve un compañero de trabajo que era exactamente así. Se llamaba Luis y era probablemente la persona más tóxica que he conocido en toda mi vida. Lo peor de todo es que no era solamente una persona tóxica, sino que era altamente carismática de manera que su toxicidad se contagiaba con la máxima rapidez. Yo mismo, en su momento, era extremadamente adicto a su toxicidad. Me regocijaba en su negatividad, en sus problemas en sus constantes quejas, y yo mismo terminaba comportándome del mismo modo. Cada vez que yo, en mi afán de mejorar y de acercarme a mis sueños, le contaba a Luis que había logrado tal o cual cosa, él siempre tiraba por el suelo mis logros con su profunda negatividad. Debo reconocer que no fue hasta muchos años después que reconocí todos esos síntomas. Te hablo de una época en la que yo era extremadamente pesimista, infeliz, y en la que sentía una constante sensación de fracaso en mi interior. No digo, por supuesto, que la influencia de Luis tuviera toda la culpa de mi estado en esa época, pero sí que puedo decir que tuvo una gran influencia. Ojalá en ese momento hubiera tenido el conocimiento que tengo ahora para saber distinguir a ese tipo de personas.
Hoy en día considero imprescindible aprender a alejarse de todas aquellas personas que intoxican nuestra realidad. Sí, ya sé que el término “gente tóxica” o “persona tóxica” está ya muy manido, y se usa un poco a la ligera pero creo que es muy importante aprender a distinguir a ese tipo de personas y, como he dicho, saber tomar distancia.
Yo te hablo de toda esa gente que te impide acercárte a tus objetivos con su influencia, toda esa gente que te hace creer que no puedes. Aquella gente que no te aporta nada positivo. Gente que te resta. Estoy totalmente convencido de que puedes señalar a más de dos, y más de tres personas de tu entorno más cercano que responden a esa descripción. Te recomiendo que te pares un momento, y que te plantees cómo te están influyendo esas personas. Plantéate cuanta culpa de que no estés logrando tus objetivos la tienen esas personas, y medita si te vale la pena perder esos sueños por mantener cerca a esa gente.
El problema es que es posible que no te puedas permitir alejarte de esa gente, bien porque sean compañeros de trabajo, jefes, o incluso família con quien tengas que convivir. En ese caso, lo más importante es aprender a mantener una distancia emocional con esas personas. En un reciente post en su instagram Mel Robbins (de quien sabes que soy un gran seguidor) aconsejaba convertirse en una “bola de nieve”, ya sabes una de esas bolas de cristal que cuando las sacudes parece que nieve en su interior. Decía que hay que conseguir mantener esa negatividad de las personas que nos rodean dentro de sus propios límites. Comprender que los problemas de las otras personas son suyos, y no nuestros.
Te dejo con una frase Sean Whalen que he leído hoy, y me ha inspirado profundamente:
"Asegúrate de que no comienzas a verte a ti mismo a través de los ojos de aquellos que no te valoran. Conoce tu valor, aunque ellos no lo hagan".
¡Dibuja!
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